De un tiempo a esta parte ha habido un auténtico esfuerzo por parte de jóvenes vascos de rescatar un instrumento musical propio de su cultura, el txalaparta. El txalaparta se basa en una especie de xilófono cuyas piezas son percutidas con los extremos de unas barras de madera.
Soy un auténtico defensor de todo tipo de rescate y puesta en conocimiento de los aspectos más positivos de la cultura popular, siendo la música uno de estos, y sin duda me alegro de que el txalaparta haya dejado de estar al borde de la extinción para ahora situarse entre algunos de los instrumentos más emblemáticos del pueblo vasco.
Es posible o más que probable que muchos de los responsables de este rescate sean personas afines al independentismo vasco. No comparto para nada esa tendencia pero he de reconocer que muchos de los revolucionarios de otras comunidades o culturas de la Península deberían seguir el ejemplo de la defensa de la cultura popular de cada región. Aunque yo defienda la conservación de la actual extensión territorial de España, incluso de una posible unión con Portugal si su pueblo así lo quiere, por razones meramente técnicas y estratégicas que no sentimentales, creo que estos deberían ponerse a la cabeza de nuestros símbolos en lugar de tanto torero cutre y emblema turístico casposo.
a continuación podréis escuchar cómo suena el txalaparta en tres variantes del mismo instrumento, uno en madera, un segundo en piedra y otro en metal, gracias al dúo Ttukunak:
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