lunes, 16 de enero de 2012

Otro fascista que muere sin ser juzgado

Manuel Fraga ha fallecido sobre las 22.30 horas de este domingo a los 89 años en su domicilio de Madrid. Ha muerto por una parada cardiaca al no recuperarse de una afección respiratoria que venía arrastrando desde hace algunos días. Muere en la cama y sin ser juzgado, como Franco.


#Fragaasesino
Manuel Fraga, fascista, franquista y asesino de inocentes, responsable de la muerte de obreros, estudiantes, anarquistas y comunistas, jaleador de las torturas y las ejecuciones franquistas, ha muerto, al fin, en su domicilio. Otro franquista más que muere en la cama y sin ser juzgado por sus crímenes. Aún así, brindaremos por su muerte. Y, aunque sabemos que el infierno no existe, que el infierno no es otra cosa que lo que Fraga y los suyos hacen vivir a sus víctimas en vida, desearíamos ahora que existiese de verdad, y pudiese cumplir allí la condena por sus crímenes que no ha podido cumplir en vida. Así que, alto y claro, sin remordimientos ninguno, le decimos:

FRAGA, PÚDRETE EN EL INFIERNO.

Pedro Antonio Honrubia Hurtado.
MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente fundador del Partido Popular Manuel Fraga ha fallecido sobre las 22.30 horas de este domingo a los 89 años en su domicilio de Madrid. Ha muerto por una parada cardiaca al no recuperarse de una afección respiratoria que venía arrastrando desde hace algunos días, confirmaron a Europa Press fuentes próximas a la familia.  


El pasado 2 de septiembre anunció que no repetiría como senador ni iría en las listas del PP de las elecciones del 20 de noviembre tras 60 años dedicados a la política en activo.
El empeoramiento de su salud le impidió asistir al pleno celebrado el pasado septiembre en la Cámara Alta en la que se debatió la reforma de la Constitución que fijaba un techo al gasto público de las administraciones. Fraga fue ponente y ‘padre fundador’ de la Carta Magna de 1978.
Tras una operación de cadera el pasado mes de abril, consecuencia de una caída doméstica, su estado de salud era delicado y el exsenador se desplazaba en silla de ruedas y seguía la actualidad política desde su domicilio madrileño.


Manuel Fraga comenzó su carrera política en 1951 llegando a ser ministro de Información y Turismo y embajador en el Reino Unido. También fue vicepresidente y ministro de gobernación en el primer gobierno bajo reinado de Juan Carlos I, presidido por Carlos Arias Navarro.
 En 1976 fundó Alianza Popular y colaboró en la redacción de la Constitución Española. Años después, en 1989, refunda AP que pasa a ser Partido Popular y del que se haría cargo José María Aznar, que fue designado candidato a la presidencia del Gobierno. Manuel Fraga presidió la Xunta de Galicia desde 1990 hasta 2005. Desde 1990 era presidente honorífico del Partido Popular y desde 2006 senador designado por el Parlamento gallego.


Nota relacionada:


Asesinos de razones y de vidas, / que nunca tengáis reposo a lo largo de vuestros días / y que en la muerte os persigan nuestras memorias”. (Lluis Llach, 3 de marzo de 1976: “Campanades a morts”).El 3 de marzo del 1976, miércoles de ceniza, tiene lugar en Vitoria una de las más terribles matanzas de la Transición. Fraga se encuentra ese día de visita oficial en Bonn, negociando con el gobierno germano los pasos de la apertura, siempre con la intención de dejar fuera de la ley a los comunistas. La policía toma al asalto la parroquia de San Francisco, en el barrio de Zaramaga de la capital alavesa, donde se celebraba una asamblea. El resultado es de cinco obreros muertos y más de cien personas heridas.Desde enero de ese año se están produciendo fuertes movilizaciones de trabajadores a lo largo de toda España. En Vitoria, donde se ha desarrollado un movimiento obrero fuertemente organizado y muy reivindicativo, la tensión alcanza cotas muy altas. Se produce el cierre patronal de varias empresas grandes: Forjas Alavesas y Mevosa, entre otras. Y Apellániz despide a todos sus empleados. Tras más de mes y medio de paros, se dan los primeros enfrentamientos graves de los obreros con la policía.

GASEAR LA IGLESIA.

El 3 de marzo, cuando se cumplen 54 días de huelga, la capital alavesa queda paralizada. Desde los barrios periféricos (Adurna, Arana, Zaramaga, Ariznavarra, Botono) se organizan columnas de trabajadores, a los que se suman profesores de EGB, que se dirigen al centro, y allí tienen lugar las primeras escaramuzas con la Fuerza Pública. La policía dispara balas de goma y los manifestantes responden con piedras. Se derriban farolas y comienzan a construirse barricadas. A las tres de la tarde, los accesos a la ciudad quedan bloqueados. Dos horas después, se convoca una asamblea en la iglesia de San Francisco de Asís. El templo está abarrotado y en el exterior se concentran miles de personas. La Policía Armada ordena desalojar el recinto y los agentes comienzan a lanzar botes del humo al interior, a través de las cristaleras, que provocan el pánico general. Al intentar salir, los participantes en la asamblea empujan a los trabajadores concentrados fuera hacia las posiciones tomadas por la policía, que comienza a disparar indiscriminadamente con fuego real. Se consuma la tragedia. A través de la emisora policial, alguien dice: “Esto es la guerra en pleno, se nos están terminando la munición y las granadas”.


Se conservan cintas grabadas que describen muy bien cuál es la actitud de los mandos de la fuerza pública en ese momento:


Pero, vamos a ver: ¿Estáis cargando o qué?
Sí, a tope.
Gasear la iglesia…
En ese mismo momento mueren Francisco Aznar Clemente, que recibe un disparo. Tenía 18 años y trabajaba en la Panificadora Vitoriana. Pedro María Martínez Ocio, de 37 años, trabajador de Forjas Alavesas, cae muerto con tres balas en el cuerpo.
Cien trabajadores resultan heridos, algunos de gravedad. La noticia del tiroteo y de los muertos y heridos que se han producido corre por toda la ciudad. El hospital Santiago Apóstol, la Residencia Arana, de la Seguridad Social y la Policlínica La Previsora comienzan a llenarse de heridos de bala.
La emisora de la policía canta victoria: “Hemos contribuido a la paliza más grande de la Historia. Por cierto, aquí ha habido una masacre. Oye, pero de verdad, una masacre”.
El caos se apodera de la ciudad: se derriban farolas, semáforos, señales de tráfico y cabinas telefónicas. Se vuelcan automóviles, se montan barricadas y Vitoria queda paralizada. Hay grupos de obreros que se defienden con cócteles molotov. Lanzan algunos de ellos contra las sedes de los sindicatos verticales y contra la comisaría, instalada en el Gobierno Civil.
En Madrid, mientras tanto, el Gobierno de Arias Navarro debate el proyecto de Asociaciones Políticas. Está presente en la reunión Adolfo Suárez, que es el responsable del Orden Público en ausencia de Manuel Fraga, ministro de la Gobernación, de viaje en Alemania.
Cuando llegan las primeras noticias de la masacre, Suárez se reúne con Alfonso Osorio, ministro de la Presidencia y Rodolfo Martín Villa, ministro de Relaciones Sindicales. Arias Navarro quiere decretar el estado de excepción pero le convencen de que no lo haga. Deciden mandar refuerzos de policías antidisturbios y varias dotaciones de guardias civiles desde otras provincias.

Continúan produciéndose disturbios durante todo el día y, por fin, la Policía se hace con el control de la ciudad. Son detenidos los líderes sindicales y decenas de trabajadores.
El día siguiente, jueves 4 de marzo, muere otro trabajador herido en los incidentes de la iglesia, Romualdo Barroso Chaparro, de 19 años, empleado de Agrator.
El viernes 5 de marzo se oficia el funeral por los muertos. Lo preside el obispo monseñor Peralta Ballabriga. No hay policías en las inmediaciones, pero la fuerza pública permanece preparada para intervenir en el interior del Regimiento de Artillería 25, situado en el centro de la ciudad.
El sábado 6 de marzo Fraga llega a Vitoria y visita a las víctimas de la represión que permanecen en uno de los hospitales de la ciudad. Los familiares de los internos le increpan y uno de ellos le pregunta si está allí para rematar a los heridos.
Días después, fallecen dos trabajadores más a consecuencia de las graves heridas de bala que sufren: José Castillo García, de 32 años, empleado de Basa, casado y con dos hijos, y Bienvenido Perea. A lo largo de la primera semana de marzo se producen otros dos muertos, en Tarragona y Basauri, en manifestaciones convocadas para protestar por la actuación policial durante los sucesos de Vitoria. El día 5, Juan Gabriel Rodrigo Knafo, de 19 años, cae desde una azotea, en Tarragona, mientras intenta escapar de la policía, durante una manifestación en protesta por los sucesos de Vitoria. Y el 8 de marzo, durante otra manifestación de repulsa, ésta en Basauri, muere por disparos de la Guardia Civil Antonio Ferrero, obrero de 18 años.
La represión policial se ha vuelto a utilizar con el objetivo de frenar el movimiento obrero mediante la coacción y la violencia. En el más puro estilo del ministro de Relaciones Sindicales, Rodolfo Martín Villa, y del titular de Gobernación, Manuel Fraga, que hace siniestramente célebre una frase: “La calle es mía”. Fraga no tolera que se abra ninguna investigación para esclarecer la actuación de las fuerzas de orden público en Vitoria y encarcela a varios dirigentes obreros. Dos de ellos, Jesús Fernández Naves e Imanol Olabarría, permanecen más de un año en prisión sin ser juzgados.

Después de los sangrientos hechos, Fraga declara: “los sucesos de Vitoria no cambiarán la evolución democrática española”. Pero lo cierto es que su reforma sí queda debilitada. Años después, en 1983, volverá a la capital alavesa para dar un mitin. Su presencia allí es considerada una provocación por numerosos ciudadanos y tienen lugar duros enfrentamientos. En numerosas fotografías se puede contemplar a su propio guardaespaldas personal, Rodolfo Almirón, pistolero de la organización terrorista argentina Triple A, golpeando a varios manifestantes.
El mandato de Fraga al frente del “órden público”, durante el primer semestre de 1976, coincide con un período de gran convulsión social, alentada por las reivindicaciones de un movimiento obrero fuerte y por la lucha popular a favor de la amnistía para todos los presos antifranquistas. Fraga se enfrenta a las manifestaciones y las huelgas con criterios represivos muy duros y, en siete meses, la actuación de las fuerzas policiales bajo su mando provoca numerosos muertos en la calle. Algunos de los capítulos más sangrientos de la Transición, como la matanza de Vitorias y los asesinatos de Montejurra, se producen durante esos meses, desde la muerte de Franco hasta el verano de 1976.
Un años después, Fraga funda y encabeza el partido derechista Alianza Popular para presentarse a las primeras elecciones generales que se celebran tras la muerte de Franco. Su formación se reconvierte durante los años 80 en el Partido Popular y consigue llegar al Gobierno encabezada ya por su discípulo José María Aznar.

JALEADOR DE LAS CONDENAS A MUERTE FRANQUISTAS.

Fraga consiguió ser titular de una cartera ministerial, por primera vez, tras la crisis de 1962, que provoca un profunda reestructuración del Gobierno franquista. Ese año se produce una huelga de los mineros asturianos, silenciada completamente por la prensa, que desata una gran campaña de solidaridad en Madrid y otras ciudades. Algunos huelguistas son detenidos, torturados y encarcelados. Ramón Pérez de Ayala, Vicente Aleixandre, Pedro Laín Entralgo y otros intelectuales hacen pública una carta convocando al pueblo español a pedir información sobre los sucesos de Asturias. A consecuencia del reajuste ministerial, Manuel Fraga se hace con la cartera de Información y Turismo, el 10 de julio de 1962. Su principal misión consiste en mejorar la imagen internacional del franquismo. “Propagandista del Régimen”, le llamará Dionisio Ridruejo. Todo queda muy claro en su discurso de toma de posesión: “Llevamos 25 años en los que, con un nuevo estilo y un jefe inigualable, se ha realizado una obra que vamos a continuar para llenar esa importante página de la historia que ya está escribiendo el Generalísimo Franco. ¡Viva Franco! ¡Arriba España!”
En lugar de silenciar los acontecimientos que pueden ser negativos para la imagen del Régimen, Fraga opta de forma decidida por la intoxicación. “No es posible encontrar en toda la historia del franquismo a nadie que intentara con tanto ahínco como él justificar con explicaciones “científicas” las acciones más crueles y absurdas del franquismo”, escribe Rafael Gómez Parra en su libro “Fraga, ese hombre”.
A finales de 1962, se produce en Italia una gran campaña de solidaridad con el joven anarquista Jorge Conill Valls, condenado a pena de muerte por un Consejo de Guerra, y con sus compañeros Antonio Mur Peirón y Marcelino Jiménez Cubas, sentenciados a 18 y 15 años de prisión, respectivamente. La presión internacional consigue que el Gobierno conmute la pena de Conill por la de 30 años de cárcel. El arzobispo de Milán, monseñor Montini, que más tarde será Papa con el nombre de Pablo VI, solicita clemencia a Franco y es tildado de “comunista” por Fraga. La respuesta del ministro gallego se dirige contra todo lo italiano y, durante muchos años, los españoles nos acostumbramos a oír hablar en los medios de comunicación de los “grandes males” que tienen que soportar los ciudadanos del país transalpino, donde “los comunistas lo dominan todo”. Italia llega a convertirse en una obsesión para el ministro gallego.
La tortura y el fusilamiento del militante comunista Julián Grimau tienen lugar en Madrid también durante la etapa de Manuel Fraga al frente del ministerio de Información y Turismo. El 7 de noviembre de 1962 la policía política del Régimen detiene a Grimau en un autobús de la línea 18 que va desde la plaza de Manuel Becerra a la glorietade Cuatro Caminos. El día siguiente, un comunicado oficial señala que, en un momento de descuidado, el detenido se ha lanzado al patio de la Dirección General de Seguridad desde una ventana de las dependencias en las que estaba siendo interrogado. Sufre fractura de cráneo e infinidad de lesiones. Para contrarrestar la campaña internacional a favor del detenido, el Ministerio de Información y Turismo de Fraga edita varios folletos injuriosos y delirantes: “Julián Grimau o el arte de fabricar víctimas” y “Julián Grimau. Especialista en checas”.
Tres médicos franceses realizan una investigación en España para comprobar la existencia o no de un intento de suicidio por parte de dirigente comunista. Según su informe, la versión oficial propagada por Fraga carece de base, ya que “la naturaleza de las lesiones descritas, especialmente la ausencia de toda esquimosis, de toda traza de cortes en la cara o en las manos, que el herido habría sufrido al intentar romper el vidrio de la ventana, descartan la posibilidad de un suicidio. Además, según la foto del diario Pueblo, el señor Grimau debería haber efectuado un salto prácticamente imposible. Finalmente, él mismo niega categóricamente la versión del suicidio y declara que ha sido sometido en los locales de la policía a torturas después de las cuales ha perdido el conocimiento”.
El militante comunista es finalmente fusilado el 20 de abril de 1963. Fraga jamás se retractará de las declaraciones que realiza durante estos días ni de la beligerante posición que mantiene a favor del asesinato de Grimau. En sus memorias, despacha el asunto diciendo que “los cargos contra él eran muy serios”. Sin embargo, todas las acusaciones que se le hacen a Grimau se refieren, fundamentalmente, a hechos acaecidos durante la guerra civil, no probados en ningún caso y ya prescritos.
En otoño de 2002, el Congreso de los Diputados rechaza una propuesta de Izquierda Unida (IU) para rehabilitar la memoria de Grimau, porque el Partido Popular, organización fundada por Manuel Fraga y a la que sigue perteneciendo el político gallego, que tiene mayoría absoluta en la Cámara, considera que eso sería “reabrir un proceso para revisar la Transición”. Y el diputado de IU Luis Carlos Rejón contesta: “Es duro que uno de los verdugos esté rehabilitado y la víctima no. A Fraga se le dio la oportunidad de presentarse a unas elecciones y ser un padre de la Constitución. A mí me habría gustado que determinado consejo de ministros le hubiera dado la posibilidad a Julián Grimau de haber ido de número tres en la lista del PCE en 1977”. Poco después del fusilamiento de Grimau, se producen las ejecuciones por garrote vil de dos jóvenes anarquistas, Granado y Delgado, que también cuentan con el visto bueno de Manuel Fraga en el Consejo de Ministros.

GARROTE VIL Y TORTURAS.

En 1963 vuelve a generarse una enorme conflictividad laboral en la cuenca minera asturiana y la represión contra los trabajadores huelguistas es aún más dura que durante los incidentes del año anterior. Las terribles humillaciones y torturas que sufren los mineros provocan una carta de protesta dirigida a Manuel Fraga Iribarne por 102 intelectuales, entre los que se encuentran José Bergamín, Gabriel Celaya, Antonio Buero Vallejo, José Agustín Goytisolo, Oriol Bohígas, Alfonso Sastre y Fernando Fernán Gómez. La represión que se abate sobre Asturias recuerda a la que desató Franco en octubre de 1934. A algunas mujeres les cortan el pelo al cero. Fraga, siguiendo su táctica habitual, niega todos los hechos que se están produciendo, pero a su manera: “de ser cierto, las sistemáticas provocaciones de estas damas a la fuerza pública lo harían más explicable” (*) (Rodolfo y Daniel Serrano. “Toda España era una cárcel”). El semanario El Español, controlado directamente por el ministro de Información, publica: “Nuevamente se ha intentado cubrir de lodo el nombre de España. La maniobra esta vez no se realiza en el exterior, sino que se basa sobre una carta escrita por un grupo reducido de intelectuales y otros más numerosos que dicen serlo, en la que se denuncian supuestos excesos cometidos por las Fuerzas de Orden Público durante las huelgas que recientemente han tenido lugar en la cuenca minera de Asturias. La carta encaja, como hecha a medida, en la campaña desatada contra España por el comunismo internacional, en desahogo del malhumor que le ha producido la conclusión del nuevo pacto defensivo con Norteamérica”.
Pero donde brilla en todo su esplendor patriótico el ministro de Información y Turismo es en el Referéndum Nacional celebrado el 14 de diciembre de 1966. En él se aprueba la Ley Orgánica del Estado, con la que se intenta asegurar la continuidad del Régimen más allá de la vida del propio dictador. Consecuencia de ella es la designación, tres años más tarde, de Juan Carlos de Borbón como sucesor del Caudillo “a título de Rey”.
Fraga es el encargado de organizar el referéndum de aprobación de la ley y de hacer que la consulta se convierta también en una muestra de exaltación nacional a favor del Régimen. El 24 de noviembre, se dirige a los españoles a través de TVE, medio que controla férreamente: “Franco, el héroe hecho padre, que vela día y noche sobre la paz de su pueblo. ¿Quiénes se oponen? ¿a quiénes disgusta? La respuesta se puede oír en la rabieta que han pillado todas las emisoras comunistas: hay que boicotear la ley y el referéndum. Ya lo sabéis: Moscú, Praga, Budapest os piden que no votéis o que votéis en contra”. Al final, el resultado de la consulta constituye un nuevo éxito “por aclamación” para el Gobierno. Lógicamente, las cifras oficiales de votantes y el censo no cuadran.
El 17 de enero de 1969 son detenidos en Madrid cuatro estudiantes acusados de haber repartido propaganda contra el Régimen: Enrique Ruano, María Dolores González Ruiz, Abilio Villena y José Bailo. La historia de Grimau se repite: Ruano cae al patio interior del piso de la calle de General Mola adonde lo ha trasladado la policía para efectuar un registro. Muere en el acto. Fraga organiza una nueva campaña de intoxicación y da a conocer el supuesto “diario” del estudiante en el que, según señala con perversidad el ministro de Información y Turismo, queda claro que Ruano sufría fuertes depresiones y estaba obsesión por el suicidio. Hay huelgas en toda España y en Granada tres obreros de la construcción son alcanzados por balas de la policía. Según Fraga, la fuerza pública sólo ha disparado al aire para disolver las concentraciones de protesta. Conservará ese mismo estilo cuando ejerza de titular del ministerio de la Gobernación del primer gabinete de la Monarquía. Treinta y tres años después de la muerte de Franco, continúa ejerciendo un cargo público: senador del PP. Y en el Parlamento vasco le reclaman.
Mercedes GarcíaEl Otro País.

Y un homenaje del Foro por la Memoria:

“Vamos a festejarlo,  vengan todos,  los inocentes,  los damnificados,  los que gritan de noche…”
Vamos a festejarlo
vengan todos
los inocentes
los damnificados
los que gritan de noche
los que sueñan de día
los que sufren el cuerpo
los que alojan fantasmas
los que pisan descalzos
los que blasfeman y arden
los pobres congelados
los que quieren a alguien
los que nunca se olvidan
vamos a festejarlo
vengan todos
el crápula se ha muerto
se acabó el alma negra
el ladrón
el cochino
se acabó para siempre
hurra
que vengan todos
vamos a festejarlo
a no decir
la muerte
siempre lo borra todo
todo lo purifica
cualquier día
la muerte
no borra nada
quedan
siempre las cicatrices
hurra
murió el cretino
vamos a festejarlo
a no llorar de vicio
que lloren sus iguales
y se traguen sus lágrimas
se acabó el monstruo prócer
se acabó para siempre
vamos a festejarlo
a no ponernos tibios
a no creer que éste
es un muerto cualquiera
vamos a festejarlo
a no volvernos flojos
a no olvidar que éste
es un muerto de mierda.
FUENTE: Pedro Honrubia

Un oyente de Radio Nacional habla sobre Manuel Fraga

Los príncipes Felipe y Letizia implicados en la trama Urdangarín





 Mientras la prensa cortesana trata denonadamente de salvar a la Corona del escándalo provocado por el caso de Iñaki Urdangarín, presentando al "yernísimo" como una suerte de oveja negra ajena a las supuesta buenas prácticas de la Casa Real, el goteo de informaciones apunta justamente en la dirección contraria.  Según  la documentación hecha pública sobre la investigación en curso, empresas vinculadas a la Fundación Príncep de Girona -gestionada por Felipe de Borbón y su esposa Letizia Ortiz - hicieron grandes donaciones al Duque de Palma.  Así lo ha denunciado la formación política Solidaritat Catalana per la Independència,que ha pedido mediante su diputado en el parlamento catalán  Toni Strubell "que esta fundación que tiene la finalidad de mejorar la imagen de la monarquía española en Cataluña, aclare exactamente la naturaleza de su relación con estas entidades". A este respecto,Strubell sostuvo  que “la sociedad catalana debería saber las razones que hay detrás de la ‘generosidad’ mostrada por estas empresas de la Fundación hacia Urdangarín”. “Teniendo en cuenta -añadió el diputado - que un miembro destacado de la familia real está siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción por presunta apropiación indebida de dinero público y otros presuntos delitos”.
     La empresas que contribuyeron a multiplicar los ingresos del Duque de Palma a través de la Fundación del aspirante a sucesor de Juan Carlos de Borbón fueron Telefónica, que aportó 703.852€, Abertis 116.000 , Repsol 237.800 € Gas Natural 41.760 €,  BBVA  502.021 € y las bodegas Miguel Torres 41.760 €, entre otras.

La monarquía en entredicho.  El relato de la Transición no convence a los jóvenes 

     Los intentos de salvar la imagen de la Corona  y establecer un cortafuegos con la separación del "yernísismo" de la agenda oficial de la Familia Real se encuentran más que justificados por la evolución de los acontecimientos.  Pese a los esfuerzos realizados para mantenerla intacta, la imagen del Rey "demócrata" que habría salvado a España en los difíciles tiempos de la Transición se encuentra hoy crecientemente cuestionada.  La sordina mediática no ha conseguido impedir que los estudios que desmienten de forma documentada esa visión oficial se abran camino con el impulso que les confiere su autenticidad.  Y, por primera vez desde la Restauración borbónica del 75, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha registrado en sus sondeos  el "suspenso"de los ciudadanos a la Monarquía. En la encuesta del CIS de octubre de 2011 esta institución obtuvo apenas un 4,8 de valoración,  lejos del notable que había sido la calificación característica a lo largo de toda la década.

     Pero el "peligro" para los defensores del régimen impuesto por el dictador Francisco Franco - con el beneplácito de los Estados Unidos - se acrecienta por la postura de las nuevas generaciones.  Si entre los adultos de mayor edad aún es significativo el apoyo a Corona, no sucede lo mismo con los jóvenes.  Éstos muestran - según las estadísticas del CIS - una creciente desafección hacia la monarquía, que en general ha ido perdiendo posiciones en todos los tramos de edad desde los años 80, cuando el CIS empezó a preguntar por ella. Este descensos continuado de su popularidad ha coincidido además con la entrada en liza del controvertido asunto de la "sucesión".  Quizá como consecuencia de ello el CIS dejó de preguntar específicamente por la figura del príncipe Felipe de Borbón en 1998, año en que
aún obtuvo  un 78,9% de opiniones positivas. 
      
    Hoy, según la citada encuesta del CIS de octubre de 2011, el segmento de  los jóvenes de entre 18 y 24 años le otorga a la Corona una nota media de un 4,35. Y no parece probable que esa "generación sin futuro" dentro del sistema pueda ser convencida fácilmente de las supuestas bondades de la Monarquía, mediante  la reedición continúa del mito de la Transición a una "democracia" que muchos ya han comenzado a cuestionar. 

sábado, 14 de enero de 2012

Médicos de EEUU usaron a los negros como cobayas hasta los años 70


 
ESCANDALO / Un libro denuncia que los utilizaron en experimentos sobre la sífilis y la malaria / También les inyectaron un producto letal para estudiar si eran más violentos
WASHINGTON.- «Estimado señor: Hace cierto tiempo, usted recibió una cuidadosa exploración médica que esperamos que le haya servido para obtener un buen tratamiento para la sangre mala. Ahora, usted va a recibir una última oportunidad para recibir una nueva revisión. Esta revisión va a ser muy importante y, tras ella, usted recibirá un tratamiento especial si se considera que está en condiciones de resistirlo».
Hace tres décadas, los habitantes de Tuskegee, en Alabama, recibían periódicamente cartas como esta, con el sello del Servicio Público de Salud del Gobierno federal, el equivalente de la Administración central en Estados Unidos. Y ése era un ofrecimiento que nadie en su sano juicio podía rechazar. En Tuskegee -un pueblo formado casi exclusivamente por negros- no había apenas asistencia médica. El analfabetismo estaba generalizado. La única actividad económica era el trabajo en la agricultura en calidad de jornaleros. Las enfermedades asolaban la región. En especial, la sangre mala, el nombre local de la sífilis. ¿Quién podía negarse a un tratamiento gratis?
Nadie. Claro que aquellas cartas no ofrecían un tratamiento gratis. En realidad, formaban parte de un plan para convertir a los voluntarios en animales de laboratorio. Entre 1932 y 1972, un total de 399 afroamericanos con sífilis de Tuskegee se apuntaron para esos tratamientos. Pero nunca recibieron terapia alguna, porque el objetivo del cruel experimento era estudiar el desarrollo de la enfermedad en su organismo.
Dinero por salud
A veces, los médicos y enfermeras -varios de ellos también negros- sólo les dieron aspirinas. Y también una comida al día, transporte hasta la clínica y 1.000 dólares de la época (entre 4.500 y 10.000 euros) para el funeral. Una cifra exorbitante, que permitía suntuosos sepelios. Muchos los necesitaron.
De las 399 cobayas humanas, 128 murieron directamente de sífilis o de enfermedades asociadas a ella. Además, 40 mujeres fueron infectadas, y 19 niños nacieron con sífilis. El experimento sólo terminó cuando en 1972 el diario The Washington Star destapó el escándalo. Aunque el Servicio de Salud Pública llegó a decir que los sujetos de los experimentos «parecían contentos de ver a sus doctores».
El experimento de Tuskegee ocupa un lugar destacado en la cultura de EEUU. El músico Frank Zappa se basó en él para su musical Thing-Fish. El éxito teatral Miss Ever’s Boys, luego llevado a la televisión, dramatiza esos acontecimientos. Y en 1997 Bill Clinton invitó a la Casa Blanca a varios de los supervivientes y se disculpó públicamente ante ellos en nombre del Gobierno.
Pero no fue un caso aislado. La periodista Harriet A. Washington acaba de sistematizar esas violaciones de la ética médica y los derechos humanos en un monumental libro, titulado Medical Apartheid, en el que explora las relaciones entre los médicos blancos y sus pacientes -transformadas en cobayas- de color. Un problema que no ha desaparecido porque, como sostiene la autora, ahora esos experimentos también se llevan a cabo en países del Tercer Mundo.
En su análisis de la crueldad disfrazada de ciencia con los afroamericanos, Washington no deja títere con cabeza. Se atreve a atacar a uno de los padres fundadores de la democracia estadounidense, Thomas Jefferson, que goza de un estatus de mito nacional, que, como parte de su espíritu ilustrado, ensayó vacunas contra la viruela en cientos de sus esclavos.
Eso pasó en el siglo XVIII. Pero Washington desentierra casos mucho más recientes. Como el de los jóvenes de Nueva York a los que, hace una década, la prestigiosa Universidad de Columbia les dio Fenfluramina -un producto que puede ser mortal- en un experimento para detectar si los negros tienen una propensión genética a la violencia. O el de los trabajadores agrícolas de Florida, que en los años 60 fueron regados con enjambres de mosquitos portadores del parásito de la malaria. O el de los niños a quienes un médico de Mississippi dejó paralíticos en los años 70 después de operar su cerebro para que dejaran de ser hiperactivos. O el de los presos de la cárcel de Holmesburg, en quienes un dermatólogo de la Universidad de Pensilvania probó medicamentos que dañaron de forma irreversible su piel. Todos eran negros. Todos ellos, al igual que los habitantes de Tuskegee, forman parte de la historia secreta de los negros como cobayas humanas.
El problema de salud del afroamericano
Probablemente ningún país haya ido tan lejos como EEUU en su autoexamen -casi, obsesión nacional- de las relaciones raciales. Porque ningún país tiene un credo nacional en el que se basa su propia existencia fundamentado casi en exclusiva en la igualdad de todas las personas con independencia de su origen, algo que no casa con las tensiones raciales que siguen plagando la sociedad estadounidense. Y ése es el análisis de Washington, para quien la ciencia corre el peligro de convertirse en ocasiones en una excelente coartada intelectual con la que ocultar comportamientos racistas o xenófobos.
Otros van más lejos. El controvertido economista de la Universidad de Nueva York William Easterly sostiene que incluso gran parte de la ayuda al desarrollo de Occidente refleja este punto de vista racista basado en que, en el fondo, los pobres no pueden ayudarse a sí mismos.
Tal vez el mejor ejemplo sea la famosa ponencia ‘El problema sanitario del negro en las ciudades del sur’, presentada por el médico William F. Brunner en la asamblea de la Asociación Nacional de Salud Americana en 1912. En ella, Brunner partía del hecho de que la tasa de mortalidad de los negros era más del doble que la de los blancos, y que las condiciones de vida en las áreas pobladas mayoritariamente por esta raza eran muy inferiores a las de población mixta. Por tanto, y dado que «el negro depende del blanco en todo lo relativo a la civilización», Brunner defendía un masivo programa de ayudas sociales para que los afroamericanos mejoraran sus condiciones de vida. Una tesis que incluía un notable paternalismo racista, y que fue utilizada por otros para prácticas como la llamada ‘operación de apendicitis’ de Misisipí, que consistió en ligar las trompas de Falopio de las negras cuando daban a luz para evitar «su multiplicación excesiva».
El Mundo   PABLO PARDO.

Cuando EEUU intentó eliminar la genética de los pobres



Elaine Riddick es madre de un único hijo y, dentro de poco propietaria de 50.000 dólares. Los dos hechos están íntimamente relacionados. Tuvo a su hijo hace 43 años después de haber sido violada cuando tenía 14. Y el dinero se lo ha prometido su Estado, Carolina del Norte, porque poco después de aquella violación, fue obligada a ser esterilizada.
Elaine, de 57 años, es negra y viene de una familia humilde, lo que la convertía en la candidata ideal para uno de los capítulos más oscuros y menos conocidos de la historia de Estados Unidos: el programa de esterilización de personas de "genética indeseable".
A unas 60.000 personas de unos 30 estados se les practicó, de forma más o menos involuntaria, una vasectomía o una ligadura de trompas: minorías, adolescentes de familias numerosas y con pocos recursos, niños con el coeficiente intelectual bajo, personas con problemas mentales o emoci0nales. Gente que, para el estado de Carolina del Norte, no estaba capacitada para criar hijos o perpetuar sus genes.
Fue un programa que se puso de moda en Estados Unidos en la década de 1930, pero que se detuvo más o menos con el fin de la Segunda Guerra Mundial, porque se parecía demasiado a lo que los Nazis llamaban pureza racial. En todos los Estados menos en Carolina del Norte, donde el 70% de las esterilizaciones ocurrió entre la década de 1950 y 1977, cuando se abandonó el proyecto. La idea, se supone, era que al cabo de un par de generaciones la genética superviviente a esta criba supondría un gasto menor en hospitales, reduciría la pobreza y haría de los americanos una raza superior.
Otras de las víctimas que sigue con vida, Lela Dunston (AP Photo/Karen Tam)
Otras de las víctimas que sigue con vida, Lela Dunston (AP Photo/Karen Tam)
Ahora sólo queda saber cómo compensar a esas víctimas. Y eso ha abierto un debate extremadamente complejo en el Gobierno Local. Como explica Charmaine Fuller Cooper, directora ejecutiva de la Fundación por las Víctimas de la Esterilización de Carolina del Norte: "¿Cómo se mide el valor de un bebé para alguna gente? Hay que tener en cuenta además que a estas personas se les privó de su capacidad de decisión". El debate lleva años resonando: ¿Cuánto dinero vale la posibilidad de dar vida?¿Hay que pagar lo mismo por una vasectomía que por una ligadura de trompas? ¿Se compensa en función de la operación? ¿De los niños que jamás nacerán? ¿Por el dolor de no poder tenerlos?
Esta semana se ha decidido que cada víctima de este programa deberá recibir unos 50.000 dólares. Quizá no es mucho si se contempla el daño causado, pero es más que los 20.000 que se ha propuesto.
"No estamos intentando asignarle una cifra a la vida de nadie. Estamos buscando una forma de compensar que pueda ayudar a los supervivientes", ha explicado Laura Gerald, de la comisión que ha elegido esta cifra (en total, son unos 100 millones de las arcas públicas). "Queremos mandar el mensaje de que aquí pagamos por nuestros errores y no toleramos que la burocracia merme los derechos humanos más básicos. El Estado lleva diez años pensando en pagar a las víctimas, pero le ha faltado la voluntad política para hacer algo más que pedir perdón".
Delores Marks es hija de una de las víctimas fallecidas, Margaret Helen Cheek (AP Photo/Jim R. Bounds)
Delores Marks es hija de una de las víctimas fallecidas, Margaret Helen Cheek (AP Photo/Jim …
Mientras, las víctimas ven el gesto como un detalle a agradecer, pero el dinero no es lo que les interesa. "Sólo quiero que todo esto termine", ha confesado Elaine Riddick. "No cambia nada. Sólo quiero olvidarme del asunto". Elaine ha sido de las mujeres más visibles en las reuniones de la Fundación para conseguir una compensación oficial.
Hay otros que no tanto. Está Charles Holt, de 62 años, un adolescente problemático hace cinco décadas. Según apuntó algún funcionario en un informe "su familia tiene una mentalidad muy baja". Fue llevado a un reformatorio y, antes de salir en 1968, un grupo de funcionarios convenció a su madre de que debería permitir que le hicieran una vasectomía. Según se lee en el informe "hemos hecho énfasis en que así se protegería a Charles en caso de que fuera acusado de haber tenido un hijo ilegítimo". La madre accedió.
Fuente: Daily Mail

Los correos electrónicos de Undargarín

viernes, 13 de enero de 2012

Exploración soviética de Venus


En la Unión Soviética, donde supuestamente todo estaba mal hecho, todo era de mala calidad y era imposible que se superara el capitalismo en cuanto a avances técnicos y científicos, la exploración espacial fue un hito que los EEUU tuvieron miedo de no alcanzar.

Uno de los mayores avances soviéticos en este asunto fue la exploración del hasta entonces enigmático planeta Venus, cuya densa atmósfera ha motivado todo tipo de especulaciones desde que su atmósfera fuera detectada en 1771 por Mihail Lomonósov, científico también de origen ruso.

Mucho tiempo después fue el Programa Venera (Venus en ruso) donde se elaborarían todos los planes para explorar aquel planeta y descifrar el enigma de su superficie, considerada por muchos hasta entonces como húmeda y selvática, volcánica, sulfurosa e inhóspita en la realidad.

A continuación parte de un documental que trata sobre la exploración de Venus. He omitido poner el resto en el que se trata la posterior exploración del planeta por parte de otros países, no porque niegue que otros países también aportaron mucho a la exploración espacial sino porque yo quiero centrarme en el hecho de que la Unión Soviética aportó más de lo que se dice en este campo, demostrando la por muchos negada capacidad técnica y científica del socialismo.

¿Por qué triunfó la ciencia soviética?



Juan Manuel Olarieta


El socialismo no admite comparación con el capitalismo en ningún terreno. No compite con él porque ya ha triunfado sobre él, ya es un avance histórico con respecto a él. Por lo tanto, no voy a discutir ahora si la ciencia soviética fue "mejor" o si avanzó "más" que la de los países capitalistas. Sin embargo, el triunfo de la revolución en un país atrasado, como la Rusia zarista de 1917, planteó las cosas de una manera algo distinta: como una cuestión de supervivencia frente a las grandes potencias imperialistas, que en aquel momento dominaban la ciencia (y dominaban gracias a la ciencia, entre otras cosas). Lenin lo expresó gráficamente cuando dijo que el comunismo eran los soviets más la electrificación (1). Quizá lo que no ha quedado suficientemente claro es que Lenin dijo eso en contraposición a Woodrow Wilson, presidente de Estados Unidos, quien cinco años antes había dicho: "El siglo XX pertenece al petróleo y la electricidad". Merece la pena reflexionar sobre ambas expresiones para saber si el siglo XX fue el de la electricidad, el de los soviets o el de las dos cosas al mismo tiempo.


Bajo los soviets el desarrollo científico tuvo siempre un marcado carácter estratégico. La tarea de la ciencia consistió en ponerse a la altura de los países punteros en tecnología, y luego superarlos. Si no hubiera desarrollado la ciencia de la manera vertiginosa en que lo hizo, la URSS simplemente no hubiera podido subsistir mucho tiempo. Esa fue la lección de la II Guerra Mundial que, en palabras de Stalin, fue una "guerra de motores" o "mecanizada" (2). Sin duda fue muchas cosas más, pero ese fue un aspecto muy importante. El Ejército Rojo ganó la guerra civil a lomos de mulas y la guerra mundial a lomos de tanques. Pero entre ambas sólo habían transcurrido dos décadas, que la URSS tuvo que transitar a un ritmo trepidante. En 1945 la tecnología soviética ya había superado a un país puntero como Alemania, el más avanzado de la época, sobre todo en materia militar.
Academia de Ciencia de la Letonia soviética (Riga)


Si tenemos en cuenta esa circunstancia, empezaremos a comprender la falta de fundamento de una serie de arraigados vicios intelectuales de la burguesía que paso a enumerar.


1. La ciencia no son sólo conocimientos. Es un vicio procedente del racionalismo y de la Ilustración burguesa. Además de conocimientos, la ciencia es una fuerza productiva y un instrumento de hegemonía. Si los marxistas-leninistas nunca hemos aceptado el "arte por el arte", tampoco hay por qué aceptar, por idénticos motivos, la "ciencia por la ciencia". El "arte por el arte" encubre un fenómeno cultural e histórico y la "ciencia por la ciencia" encubre otro. Por ejemplo, encubre que actualmente la mayor parte de la inversión en ciencia tiene un origen militar; por lo tanto, también tiene un destino militar. El caso de la informática, internet y la telefonía móvil lo estamos padeciendo hoy mismo. También para el capitalismo la ciencia es estratégica: es un sistema de control y dominación de las masas, que en la etapa imperialista alcanza al mundo entero. La burguesía cree que puede solventar su crisis sin necesidad de ninguna revolución, reconvirtiendo los problemas sociales, económicos y políticos en problemas técnicos.



2. Lo mismo que la economía, el desarrollo de la ciencia no es espontáneo sino que también se dirige en una u otra dirección. Eso que cuentan en las escuelas sobre Newton y la manzana que cayó de un árbol es la consagración de la estupidez burguesa al más alto nivel. La ciencia no se improvisa, no espera que alguien descubra algo nuevo por un golpe de buena suerte. Los logros de Newton fueron consecuencia de la revolución burguesa en Inglaterra y la nueva organización de la ciencia que trajo consigo: la Royal Society. Del mismo modo, si la ciencia soviética triunfó fue porque estuvo correctamente dirigida y organizada. Pero quien debe dirigir el desarrollo científico no son los científicos porque el desarrollo económico tampoco lo dirigen los economistas. Fue el partido bolchevique quien lo hizo.


3. Otro de los mitos a desnudar es la concepción individualista de la ciencia, la teoría del genio, de que los avances en el conocimiento se deben a los sabios, a personalidades relevantes que están por encima de la mediocridad general. La ciencia es una tarea colectiva, social, que un país que pretenda construir el socialismo debe organizar consciente y correctamente. El progreso científico soviético fue consecuencia de una política científica igualmente correcta que constituye un modelo a seguir aún en la actualidad.


4. El último tópico es el del dinero. Hay quien cree que para poner a un país a la altura de los tecnológicamente punteros hay que invertir más dinero en ella. Es cierto que la moderna investigación requiere desembolsos cada vez mayores porque los laboratorios y el equipamiento juegan un papel muy relevante. Ahora bien, los recursos que hoy se destinan a la ciencia están sometidos a las leyes del capital, como cualquier otro sector económico. Ya lo explicó Marx: "La ciencia es separada del trabajo como potencia independiente de producción y aherrojada al servicio al capital" (3). Además de la llamada "aplicación" de la ciencia a la producción (capitalista) hay que tener en cuenta también la "aplicación" de la producción (capitalista) a la ciencia. Las crecientes inversiones en ciencia no son tales sino inversiones en "empresas científicas". Es lo mismo que sucede con cualquier otro sector económico capitalista. Por ejemplo, mayores inversiones en sanidad no mejoran nuestra salud.


Pues bien, las inversiones de la URSS en ciencia no sólo superaron a las de cualquier otro país capitalista de vanguardia sino que las multiplicaron, y aunque esto fue importante, no es lo que explica el éxito de la ciencia soviética.

Instituto soviético de robótica y cibernética (1987)


Como en cualquier otro campo, una política científica es correcta cuando se apoya en la ciencia, lo cual no es ninguna redundancia. Para impulsar la ciencia hay que saber qué leyes rigen el progreso del conocimiento y, entre los muchos inventos de la URSS, hubo uno que trataba precisamente de eso: de estudiar a la ciencia como objeto de la ciencia misma. Lo llamaron "Naukovodemia", la ciencia que estudia la ciencia.


La ciencia avanza siguiendo las leyes de la dialéctica, una de las cuales es la antítesis, la crítica, el momento negativo del conocimiento, el que determina lo que no es ni será nunca ciencia. Pero no para censurarlo o suprimirlo por decreto sino para criticarlo. Desde hace un siglo y medio hay teorías supuestamente científicas que los marxistas-leninistas seguimos sin aceptar como tales, por más que insistan en ello. Por ejemplo, no es de extrañar que los modernos manuales de termodinámica sigan mencionando la crítica que Engels realizó en su día a la interpretación que de la segunda ley de la termodinámica realizaron los físicos de su tiempo (4). Por más que traten de ponerla de moda una y otra vez, Engels tenía razón y las teorías del caos nunca lograron prosperar en la URSS. Es la ventaja que tiene el "dogmatismo" cuando insiste tozudamente en defender una concepción correcta y verdaderamente científica frente al absurdo, el tópico y la chabacanería.



Cartel chino de 1958 que llama a estudiar los avances científicos soviéticos.



Otra de las leyes que rigen el avance de la ciencia es la contradicción. El conocimiento se abre camino en medio de polémicas y controversias entre teorías opuestas. La ciencia de un país está bien organizada cuando no sólo protege las distintas concepciones científicas sino que las estimula: la ciencia no puede desarrollarse "sin la lucha de opiniones, sin la libertad de crítica", escribió Stalin (5). La dictadura del proletariado se apoya en las masas, en su iniciativa y en su creatividad, lo cual, en materia científica significa que debe estimular activamente el surgimiento continuo de nuevas propuestas de investigación, de proyectos originales y de concepciones rupturistas. A diferencia del capitalismo, el socialismo mira hacia adelante, es inconformista con el saber establecido y pretende abrir nuevos caminos incesantemente. La fuerza del socialismo no está en la rutina de las frases hechas sino en suscitar continuos interrogantes, cuestionar lo que se cree saber.


Un país socialista se fundamenta en un silogismo claro: la dictadura del proletariado es el poder del proletariado; el saber es poder; luego el proletariado tiene que saber si quiere tener el poder. La burguesía domina porque tiene el monopolio de la ciencia y la revolución socialista tiene entre sus objetivos pioritarios la formación científica de las masas, la divulgación de los conocimientos, el arte y la cultura. Para impedirlo la burguesía ha inculcado que la ciencia es difícil, que cualquiera no puede aprender la teoría de la relatividad, por ejemplo. Esto es falso. Todos, absolutamente todos, pueden aprender y, desde luego, ampliar sus conocimientos.


Eso no sólo es imprescindible por la naturaleza política de la dictadura del proletariado sino también porque no puede haber ciencia sin divulgación científica. Del mismo modo que para que haya media docena de atletas de élite tiene haber miles de corredores aficionados, para que haya un puñado de buenos matemáticos tiene que haber miles de aficionados a las matemáticas. Ahí radica una de las claves maś importantes del éxito científico de la URSS: ningún país en la historia de la humanidad ha desplegado un esfuerzo tan considerable por llevar el conocimiento a las masas. La ciencia no está sólo en la centros de investigación sino en la difusión del saber, que no sólo se debe llevar a cabo en las aulas sino por todos los medios posibles: revistas, libros, documentales, radio, etc. Mientras en los países capitalistas, los alumnos buscan universidad, en un país socialista es la universidad la que debe buscar alumnos.


Notas:


(1) Lenin, Informe al VIII Congreso de los Soviets, diciembre de 1920, Obras Completas, tomo 42, pg.164.
(2) Stalin, 24 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre, Oeuvres, tomo 16, pgs.33 y 203.
(3) Marx, El Capital, Fondo de Cultura Económica, tomo I, pg.294.
(4) J.Aguilar Peris: Curso de termodinámica, Alhambra, Madrid, 1981, pgs.180 y siguientes.
(5) Stalin, Le marxisme et les problèmes de la linguistique, Pekin, 1975, pgs.28-29.

jueves, 12 de enero de 2012

Carta de la CRMH da Coruña, a la jueza argentina Dña. María Servini, informando de los servicios al franquismo prestados por Manuel Fraga Iribarne como ministro.


En la mañana de hoy cinco de enero de 2012, fué enviada la carta de la CRMH, en la que está una relación de las actividades represivas ocurridas durante el periodo en el que Manuel Fraga Iribarne fue ministro en distintos gobiernos franquistas, a la jueza argentina María Servini de Cubría, atendiendo a la peticiónj hecha por dicha jueza al Gobierno Español.
La CRMH de A Coruña, ejerciendo su derecho a la libre información, proporcionó los datos referentes a la actividad represiva de los gobiernos franquistas, cuando Manuel Fraga Iribarne formaba parte de ellos como ministro.
La carta enviada a la jueza federal argentina María Servini de Cubría decía lo siguiente:
Sra. Dña.María Servini de Cubría
Jueza Federal de Argentina
Estimada amiga:
En nombre de la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de A Coruña (CRMH) quiero agradecerle, en primer lugar, el trabajo que está desarrollando en la causa que investiga los crímenes del franquismo en España, iniciada a instancia de un grupo de familiares de víctimas, bajo el principio de justicia universal por el que se pueden investigar crímenes de lesa humanidad ocurridos en terceros países.
Usted debe saber que el Gobierno de España no está investigando esos crímenes contra la humanidad. La justicia argentina es la única esperanza que nos queda para conocer la verdad y que se haga justicia. Como usted ya conoce, el juez de la Audiencia Nacional Española, Baltasar Garzón, fue apartado de sus funciones cuando pretendía investigar esos crímenes, a instancia de numerosas asociaciones de la memoria histórica. Además. Por si esto fuera poco, organizaciones relacionadas con el franquismo presentaron una denuncia contra el juez Garzón, que va a ser juzgado en los próximos días y tiene, entre otras, una acusación de prevaricación.
La llamada Transición -pasó de la dictadura a la democracia- que firmaron los principales partidos del Estado español, fue también un pacto de silencio que llevó al olvido a cientos de miles de víctimas del peor de los terrorismos, del terrorismo de Estado.
La Ley de Aminsitía, demandada por todas las fuerzas democráticas cuando acabamos con cuarenta años de dictadura, fue interpretada como una ley de punto final para no llevar ante los tribunales a los responsables de crímenes contra la humanidad, crímenes que no prescriben.
Queremos responder a su petición de envío de información sobre los ministros de la dictadura de Franco desde el 17 de julio de 1936 hasta el 15 de junio de 1977, que se celebran las primeras elecciones democráticas.
Adjuntamos información sobre el ministro Manuel Fraga Iribarne (tiene una residencia en la localidad de Perbes, del ayuntamiento de Miño, en la provincia de A Coruña) y las actividades que está desarrollando la CRMH para que se le retire la distinción honorífica de “Hijo Adoptivo” de A Coruña, entre ellas el manifiesto “Los tiempos son llegados”, que también adjuntamos, con los numerosos apoyos recibidos.
No se trata de juzgar ahora la trayectoria personal de algunos de estos ministros desde la conquista de la democracia hasta hoy; estamos analizando su papel como miembros activos del régimen de Franco y participantes en un órgano colegiado, como el Consejo de Ministros de la Dictadura, que aplicaba una política de “graves violaciones de los derechos humanos”, como señala la Ley de la Memoria Histórica, aprobada en España el 28 de octubre de 2007.
Algunos datos biográficos del “Camarada Fraga”:
Esto decía el Decreto 154/1961, de 2 de febrero: “A propuesta del Ministro Secretario General del Movimiento, cesa el camarada Manuel Fraga Iribarne en el cargo de Delegado Nacional de Asociaciones de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, agradeciéndole los servicios prestados” (Firmado por Francisco Franco y publicado en el BOE de 9 de febrero de 1961). Este cargo no figura en su biografía oficial.
Manuel Fraga Iribarne recibe en 1968 el título honorífico de “Hijo Adoptivo” de A Coruña cuando la represión era brutal, ya que un mes después el Consejo de Ministros declaraba el Estado de Excepción.
Se afilió muy joven a la Falange, iniciando una carrera política que lo llevaría en 1951 al cargo de secretario general del Instituto de Cultura Hispánica (1951); secretario general del Consejo Nacional de Educación (1953); secretario general técnico del Ministerio de Educación (1955-1958); secretario de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cortes (1958-1962); director del Instituto de Estudios Políticos (1961). Fue consejero nacional del Movimiento (el partido único), procurador de las Cortes franquistas y miembro del Consejo de Estado.
Fraga estaba en el Consejo de Ministros, participando en la represión.
* 10-7-1962. Manuel Fraga entra en el Gobierno de la Dictadura, un mes después de la reunión en Munich de 118 delegados, de todas las tendencias políticas opositoras al franquismo, convocados por el IV Congreso del Movimiento Europeo. Este congreso solicitaba a la Comunidad Económica Europea (CEE) que exigiera democracia en España antes del ingreso en el organismo europeo. Los asistentes a esta reunión -calificada por la propaganda oficial cómo “Contubernio de Munich”- sufren la represión. Fraga, ya como ministro, apoyaba las medidas represivas y presumía ante la prensa de que con el exilio y confinamiento en diferentes islas de Canarias, los participantes en este congreso “se podrán librar de las justas iras del pueblo español”
* 1-4-1963. Creación del Tribunal de Orden Público (TOP), herramienta para la represión de los demócratas y privación de las libertades, que hace las funciones del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo.
* 20-4-1963. Es fusilado el dirigente comunista Julián Grimau.
* 17-8-1963. Ejecutados a garrote vil los anarquistas Francisco Granado y Joaquín Delgado.
* Octubre-1963. Enfrentamiento entre Fraga y 103 intelectuales, encabezados por José Bergamín, que firmaban un escrito denunciando las torturas y abusos cometidos por las fuerzas represivas contra las huelgas de la minería asturiana. En carta abierta (la de los intelectuales no fue publicada), Fraga justifica la represión y el corte de pelo al rape de mujeres, y contestaba así a Bergamín: “Parece por otra parte posible que se cometiese la arbitrariedad de cortar el pelo a Constantina Pérez y Anita Blaña, aunque las sistemáticas provocaciones de estas damas a la fuerza pública la hacían más que explicable”.
* 1964. Fraga, como ministro de propaganda, dirige la campaña “25 años de paz”.
* Agosto-1965. Son separados de sus cátedras Enrique Tierno Galván, Luis López Aranguren y Agustín García Calvo. Asambleas y manifestaciones de estudiantes en apoyo de los profesores represaliados.
* Marzo 1965. El abad de Montserrat, Aureli Maria Escarré es obligado a exiliarse por la presión del Gobierno. Había criticado duramente el régimen franquista en Le Monde.
* 18-3-1966. Se promulga la nueva Ley de Prensa e Información. Continuarían los expedientes, sanciones a periodistas y cierres de medios de comunicación.
* 9-3-1966. La policía asalta el convento de los Capuchinos de Sarriana (Barcelona), cuando se celebraba una asamblea del Sindicato Democrático Universitario.
* 30-4-1966. El Gobierno cierra la Universidad de Barcelona.
* 28-6-1966. Detención en Madrid de Marcelino Camacho, dirigente de CC.OO.
* 22-7-1966. Secuestro del periódico ABC por un artículo de Luis María Ansón, titulado “La monarquía de todos”.
* 22-11-1966 . Franco presenta en las Cortes el Proyecto de Ley Orgánica del Estado.
* 14-12-1966. Se celebra el referéndum para aprobar la citada ley. Fraga consigue el imposible: en muchos colegios electorales los votos del SÍ superan el censo electoral.
* 14-3-1967. El Tribunal Supremo declara ilegal a CCOO.
* 21-4-1967. El Gobierno declara el Estado de Excepción en Vizcaya.
* 1-5-1967. Numerosas detenciones en las manifestaciones del Primero de Mayo.
* 19-8-1967. Detención de 20 sacerdotes vascos.
* 7-9-1967. El Tribunal de Orden Pública (TOP) condena a Alfonso Carlos Comí por un “delito de opinión”.
* 28-3-1968. El Gobierno cierra por tiempo indefinido la Universidad de Madrid.
* 31-5-1968. Secuestro del diario Madrid.
* 3-8-1968. El Gobierno declara el Estado de Excepción en Guipúscoa.
* Noviembre-1968. Sesenta sacerdotes vascos ocupan el seminario de Derio en defensa de las libertades.
* 17-1-1969. Es detenido en Madrid el estudiante Enrique Ruano Casanova, que muere cuatro días después en dependencias policiales.
* 25-1-1969. El Gobierno declara el Estado de Excepción en toda España, que dura hasta el 25 de marzo. Hay detenciones masivas y muchos intelectuales son confinados.
* 22-7-1969. Las Cortes franquistas designan al príncipe Juan Carlos como sucesor de Franco en la jefatura del Estado.
* 30-10-1969. Fraga sale del Gobierno, después de una remodelación provocada por el caso Matesa.
Manuel Fraga regresa al Consejo de Ministros con el último Gobierno de Carlos Arias Navarro, siendo vicepresidente para Asuntos de Interior y ministro de la Gobernación. Durante su mandato en ese ministerio, de diciembre de 1975 a julio de 1976, la policía asesinaba la cinco trabajadores en Vitoria con motivo de una huelga laboral; en el tradicional Vía Crucis que organizaban los Carlistas en Montejurra (Navarra), un grupo de fascistas, dirigidos por un comandante del ejército, asesinaba la dos personas.
Fraga, con 35 años de servicios a la Dictadura franquista, no pasaba por allí, sino que estaba sentado en la mesa de un Consejo de Ministros y era partícipe y cómplice de toda la política represiva que allí aprobaban: fusilamientos, cárceles, campos de concentración, despidos, exilio, Tribunal de Orden Público (TOP), graves violaciones de los derechos humanos, expedientes a periodistas, cierre de medios de comunicación, asesinatos de trabajadores como en Ferrol en 1972 o en Vitoria en 1976, siendo Fraga ministro de la Gobernación.
Consideramos que con estos antecedentes Manuel Fraga Iribarne debería formar parte de la causa que usted sigue por los crímenes del franquismo.
Debe saber que apoyamos el exhorto que envió al Gobierno español, para que informe si se está investigando en España la existencia “de un plan sistemático, generalizado, deliberado y planificado para aterrorizar españoles partidarios de la forma representativa de gobierno a través de su eliminación física y de la desaparición legalizada de menores de edad con pérdida de su identidad”. Como contribución a esa investigación, en el próximo mes recibirá usted un libro, que va a editar la CRMH, con una reseña biográfica de las 600 personas de diez ayuntamientos de la comarca de A Coruña que fueron asesinadas por el franquismo.
A Coruña, 5 de enero de 2012
Fdo. Fernando Souto Suárez
Presidente de la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de A Coruña.

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