Algo huele muy podrido en España si todas, absolutamente todas las agresiones, palizas, violaciones, asesinatos, etc de las bandas terroristas de la extrema derecha o no se juzgan o por extrañas razones sus culpables salen en libertad a las pocas horas de ser detenidos, si es que llegan a ser detenidos.
Algo huele muy podrido en España cuando la mayor parte de los miembros de las organizaciones terroristas de extrema derecha son o miembros de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional o de la Guardia Civil.
Algo huele muy podrido en España cuando desde el Poder Judicial, nombrado a dedo por los propios diputados del Estado “democrático”, se ignora sistemáticamente todas las denuncias llegando, cuando no les queda más remedio, a tratarlas como meras peleas de bandas.
Algo huele muy podrido en España cuando los grandes equipos de fútbol, empresas que facturan millones de Euros mensuales, ceden sus infraestructuras a bandas terroristas de extrema derecha sin que nadie lo investigue por asociación ilícita o colaboración con banda armada.
Algo huele muy podrido en España cuando, una vez que se demuestra la existencia de terroristas de extrema derecha en las fuerzas del “orden” no se les inhabilita a perpetuidad de sus funciones.
Algo huele muy podrido en España cuando este es el único país de Europa donde la svástica nazi y otros símbolos fascistas no están ni han estado nunca prohibidos.
No hace ninguna falta ser un genio para ir atando cabos y darse cuenta de lo unidas que están todas estas organizaciones con el poder de nuestra gran “democracia”.
A continuación un documental en el que nos muestran tan solo la punta del iceberg del régimen de terror en el que vive la España democrática y que aún se esfuerzan algunos en esconder:
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