sábado, 7 de enero de 2012

El laberinto marroquí

Las relaciones entre España y Marruecos siempre han sido complicadas. Una buena razón de esta situación es que desde España, la clase capitalista que ha explotado siempre a los trabajadores españoles, hoy españoles e inmigrantes, dio lugar a una invasión del Norte de África con el fin de explotar a su mano de obra para robarles sus recursos minerales. Esto no solo perpetuó a España como potencia ocupante del Rif y Marruecos sino que esclavizó a su pueblo como carne de cañón del fascismo franquista. Durante las guerras por mantener a España como Estado ocupante del territorio el pueblo español fue movilizado obligatoriamente para luchar contra sus hermanos norteafricanos por el lucro de una minoría metropolitana que nada hizo por ningún pueblo de ambos lados del Estrecho de Gibraltar. Quizás sea porque no había nada sensato que defender en esas guerras de conquista el que España se emborrachara de tantísimo patriotismo vacío y rancio en aquellas épocas, pues desde luego con razones no se iba a convencer a nadie sensato de aquella patraña.

Hace poco vi un documental interesante sobre la relación histórica de España con Marruecos, sobre cómo y porqué España quiso quedarse en ese territorio, sobre cómo fueron los rifeños bombardeados con armas químicas y cómo este conflicto generó una de las más peligrosas castas parásitas del siglo XX en España, la casta de los africanistas, de donde saldría Franco, entre otros. Se trata la situación de pueblo colonizado que soportó la población norteafricana y se señala su situación de carne de cañón del franquismo. Franco, quien los usara en su día como guardia de honor y fuerzas de choque contra la democracia española, surtió a sus "tropas moras" durante la contienda de todo tipo de comodidades, hasta el punto de hacer traer prostitutas solo para ellos, extraña costumbre de un ejército tan católico y moralista. Aparte se señala que la tan temida ferocidad de las tropas de Marruecos no fue precisamente por ser un supuesto pueblo incivilizado sino porque fue el propio Ejército español quien lo entrenó para ser una maquina de matar imparable, al que por cierto se le dejaba saquear las propiedades de cada pueblo que arrasaran. Una vez conseguida la victoria, todas esas ventajas les fueron eliminadas y se ordenó su vuelta a África. Durante un tiempo estuvieron bajo poder colonial español hasta que el nacionalismo marroquí usó a ese pueblo para construir un Estado que no es sino una marioneta de EEUU y de la que millones de marroquíes han de huir día tras día por no poder vivir allí. Triste ironía es que la extrema derecha española, que se sirvió de ellos para aplastar al pueblo español, los use ahora como chivo expiatorio para que los españoles no veamos que el autentico causante de nuestra miseria es el capitalismo y no los inmigrantes.

Espero que en un futuro los pueblos ibéricos puedan trabajar codo con codo con sus hermanos africanos por un futuro socialista, desde el respeto a su independencia pero sin sátrapas borbónicos o alauitas, capitalistas o feudales de ningún tipo entorpeciendo nuestras relaciones, que solo pueden ser de colaboración y buena vecindad.

A continuación el documental:

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